“La claridad del lenguaje puede ayudarnos a vencer las brechas de desigualdad en muchos países, así como la crisis de legitimidad y confianza en las instituciones”, dijo la Comisionada
El uso del lenguaje claro en la administración pública ayuda a disminuir la desigualdad y la opacidad; además, facilita el ejercicio de derechos humanos como el acceso a la información y la protección de datos personales, dijo Blanca Lilia Ibarra Cadena, Comisionada del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
Durante su participación en la I Convención de la Red Panhispánica de Lenguaje Claro, organizada por la Real Academia Española (RAE), en Madrid, España, la integrante del Pleno de lNAI remarcó que las instituciones públicas tienen la obligación de rendir cuentas de su labor a la ciudadanía, y deben hacerlo con claridad y sencillez, lo que abonará para que ésta pueda influir en las decisiones públicas.
El lenguaje claro, dijo Ibarra Cadena, debe convertirse en un tema central dentro de la administración pública en una democracia; de lo contrario, la opacidad de los conceptos y trámites terminará por desencantar a la sociedad y alejarla de sus autoridades. La consecuencia será una “transparencia opaca”.
“La codificación de la administración convierte entonces a los derechos en privilegios de las élites. La claridad del lenguaje puede ayudarnos a vencer las brechas de desigualdad en muchos países, así como la actual crisis de legitimidad y confianza de la que ya se ha hablado de las instituciones, ya que si la ciudadanía tiene claro lo que hacemos será más sencillo que se acerquen a sus autoridades”, explicó.
Coincidió con el director de la RAE, Santiago Muñoz, en que se han multiplicado las necesidades de información y claridad en el ámbito de los derechos individuales afectados por la revolución digital, muy especialmente en materia de protección de datos personales.
“Cobran importancia nuevos conceptos como la transparencia algorítmica o el derecho a la explicación, imprescindibles para conocer cómo se automatizan esos datos que tienen las administraciones públicas, de ahí que la claridad del lenguaje sea indispensable para la participación ciudadana”, dijo.
Blanca Lilia Ibarra invitó a los representantes de las instituciones públicas a poner en el centro de su labor a las personas, a tener contacto directo con ellas para atender sus necesidades y demandas y pidió facilitarles el ejercicio del acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas.
En la mesa sobre lenguaje claro y poderes públicos participaron Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo de España; Daniel Martínez, Director de Relaciones con los Contribuyentes, Comunicación y Calidad del Instituto Municipal de Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona; María Leticia Montiel, Secretaria legal y técnica del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Juli Ponce, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona; Blanca Travado, Vocal asesora de la Oficina de Coordinación y Calidad Normativa de España, y Estrella Montolío, Catedrática de Lengua Española de la Universidad de Barcelona.