¡¡¡Saludos!!!
Qué tal tu semana, lluviosa y este domingo, movida, ¿¿verdad??
Ya andamos por aquí para hablar un poco sobre el tema de Turismo, un tema apasionante y del cuál podríamos hablar horas y horas (o escribir cuartillas y cuartillas), pero vamos de lleno.
Algo que, a últimas fechas, al parecer pasa de noche para muchos establecimientos o para los propios establecimientos, ¡¡es la EXPERENCIA que se pueden llevar los visitantes al pisar tierras poblanas!!
Hace unas semanas, una amiga regresó a Puebla, por temas profesionales, pero que, además, fue cautivada por todo lo que disfrutó y conoció en la entidad, desde sus atractivos, pasando por la gastronomía, sin dejar a un lado, las vivencias, los momentos que le arrebataron el corazón, al grado de añorar regresar a la Angelópolis.
Desafortunadamente, no tuvimos mucho tiempo para convivir, pues faltaron desde disfrutar los antojitos poblanos, incluyendo las pelonas del Parián, o hasta los hochos de la Juárez (que puede sonar muy trivial) que fueron algunas de las vivencias de las cuales más añora nuestra distinguida visitante.
Pero, el sabor de boca fue cambiando, cuando en un hotel en el que se hospedó en Cholula, la puerta no cerraba, su habitación daba al estacionamiento, y era un caos en cuanto a ruido (la primera noche resulta que le Advirtieron que llegaban huéspedes de una Fiesta ya muy tarde), etc etc, finalmente a Queja de la huésped (incluyendo la posible cancelación de la reserva), le cambiaron de habitación, a una que sí le funcionaba la puerta, y donde sí podría descansar (recordemos que venía por trabajo… y aunque no lo fuera) un atento llamado al hotel Casa Real.
Pero la Experiencia no se vio coartada por ello, sino que no faltó el taxista que casi casi, confesaba a la visitante, a qué venía, de donde venía etc etc, obvio situación incómoda para una mujer que viaja sola… y como cereza del pastel, al hospedarse en la capital, se encontró con que el Hotel no contaba con todas las amenidades que muestra y presume en su página web, como es el caso de sus alberca que al llegar, estaba en obra negra… coincidentemente YO fui hace como 4 años (a una rueda de prensa en la planta alta) y estaba en las mismas, y ya en la habitación, fue una batalla el poder manejar el aire acondicionado, pues o era el control del mismo o el propio aparato, el caso es que casi casi se tenía que poner frente al mismo y a menos de 30 centimetros, para hacer que la magia ocurriera… lupa en el Hotel Posada San Pedro.
En verdad, tal vez para unos les parezcan “detalles” o hasta algo chusco, pero recordemos que la peor y/o mejor promoción es de boca en boca, y este tipo de situaciones, pueden incluso hacer que uno determine el NO viajar a un sitio, ya olvidémonos del hospedarse en un hotel, consumir en algún restaurante o tomar algún medio de transporte… son todos estos aspectos los que se deben de cuidar, pulir, para que hacer una Experiencia única al Viajar, ya sea por cualquier motivo.
¡¡Nos leemos la próxima!!