Ricardo Morales
Las Eagles son uno de los equipos a seguir para esta temporada, luego de que en el 2022 estuvieron a punto de derrotar en el Super Bowl a los Kansas City Chiefs.
2023 fue un año de mucha inestabilidad para el equipo que encabeza Nick Siriani y Jalen Hurts, los hombres claves dentro de esta franquicia y sobre los cuales giran las posibilidades de las águilas.
Nick Siriani (43 años) es parte de la camada de nuevos entrenadores en jefe jóvenes que tomó por asalto a la liga, luego de haber sido el coordinador ofensivo de los Colts de Indianápolis.
Desde que tomó el control de las Eagles en sustitución de Doug Pederson, Siriani, se ha caracterizado por hacer de Philadelphia, uno de los equipos más odiados de la liga, por sus prácticas, poco deportivas y de nulo respeto al adversario, sin embargo nadie puede negar que ha sostenido a las águila en la élite de la NFL.
Gran parte del destino de este equipo, como ocurre en todas las escuadras de la NFL, depende de su gran figura, su mariscal de campo, Jalen Hurts, un tipo versátil, atlético y con un brazo impresionante.
Hurts, egresado de la Universidad de Oklahoma, enfrenta en este 2024, una temporada de retos personales, luego de que en 2022 fuera muy exitoso, pero en 2023 fue muy inestable e incluso batalló con el tema de las lesiones.
Jalen cuenta con uno de los “tandems” de receptores más fabulosos de la NFL, encabezado por el fuera de serie AJ Brown, cuya llegada a Philadelphia proveniente de los Titans, sin duda le dio un vuelco a este equipo.
AJ es uno de los receptores abiertos, más atléticos de la NFL, muy similar por su tamaño y cuerpo, a un ala cerrada.
Devonta Smith quien fuera la primera selección colegial de los Eagles en 2021, proveniente de la Universidad de Alabama, parece ser el complemento perfecto de Brown, pero si se le suma el talento de Jahan Dotson, quien acaba de llegar proveniente de los Commaders de Washigton a Philadelphia, este tándem, luce como uno de los más poderosos de la NFL.
Dallas Goedert batalló con las lesiones el año pasado, pero si está sano en sin duda una de las grandes alas cerradas de la NFL, capaz de competir con cualquiera.
Philadelphia tuvo problemas con el juego terrestre el año pasado, por lo cual recurrió a la agencia libre para complementar esta deficiencia, encontrando en el mercado a una pieza valiosa, el ex corredor de los Giants, Saquon Barkley, un egresado de Penn State, que llegó a ser uno de los corredores más cotizados de la liga y que busca una revancha en la NFL.
La línea ofensiva ya no cuenta con su inspiración Jason Kelce, el hermano de Travis, quien se retiró la temporada pasada, pero sigue siendo competitiva.
La gran duda de las Eagles para esta temporada estriba en su otrora fuerza, la defensa, en donde tienen dos baluartes en Jalen Carter y Brandon Graham, pero necesitan ponerles mayor presión a los mariscales de campo rivales.
Su cuerpo de apoyadores es cumplidor, pero nada brillante y la gran incógnita estriba en su secundaria, en donde el estelar es Darius Slay, el ex León de Detroit, pero el resto del personal, no parece estar a la misma altura.
Philadelphia parece tener todo para imponerse en la división Este de la Conferencia Nacional, pero los Dallas Cowboys pueden tener la última palabra.