Por Maiella Gómez Maldonado
Con la toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo como la nueva presidenta de México, se abre una etapa llena de esperanza y oportunidades, especialmente para las mujeres.
Su liderazgo no solo marca un parteaguas en la historia política del país, sino que también representa una clara señal de que las mujeres pueden y deben ocupar espacios de poder y decisión.
La inclusión de mujeres en la política es esencial para construir una sociedad más equitativa. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), las mujeres representan aproximadamente el 52% de la población, pero su participación en espacios de liderazgo aún es desproporcionadamente baja.
En el ámbito laboral, el INEGI reporta que solo el 45% de las mujeres en edad de trabajar tienen un empleo formal, lo que resalta la necesidad de crear políticas que fomenten su inclusión y desarrollo.
Claudia Sheinbaum ha manifestado su compromiso con las políticas de género, y su gobierno tiene la oportunidad de implementar iniciativas que apoyen a las mujeres en todos los ámbitos.
Un claro ejemplo es el trabajo que se debe realizar en el sector del hogar, ya que se estima que el 30% de las mujeres en México son amas de casa, muchas de las cuales enfrentan desafíos económicos significativos. Es vital que se generen programas que reconozcan y valoren su trabajo, proporcionando acceso a formación y recursos para su empoderamiento.
Además, se calcula que cerca del 40% de las mujeres en México vive en condiciones de pobreza, muchas de ellas sin acceso a oportunidades laborales adecuadas.
La creación de programas que incentiven el emprendimiento y el acceso a microcréditos puede ser fundamental para transformar esta realidad.
El liderazgo de Claudia Sheinbaum también puede inspirar a otras mujeres a involucrarse en la política y en el ámbito empresarial. La representación femenina en espacios de toma de decisiones no solo es justa, sino que también es una estrategia inteligente para el desarrollo del país.
Estudios muestran que las empresas con más mujeres en posiciones de liderazgo tienden a ser más productivas y tener mejor desempeño financiero (McKinsey & Company, 2020).
La toma de protesta de Claudia Sheinbaum representa un cambio positivo que va más allá de la política; es una invitación a todas las mujeres a soñar en grande y a involucrarse en la construcción de un país más justo e inclusivo.
Desde el Gobierno, se deben impulsar políticas que no solo promuevan la igualdad de género, sino que también generen un cambio real en la vida de millones de mujeres en México.
Este es el momento de dar un paso adelante, de romper barreras y de construir un futuro donde cada mujer, ya sea ama de casa, trabajadora o emprendedora, tenga la oportunidad de contribuir y prosperar en un entorno que valore su talento y esfuerzo.
Juntas, podemos transformar nuestro país.
