Como resultado de la sinergia creada entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Gobierno del Estado de Puebla, en los fuertes de Loreto y Guadalupe, sitios emblemáticos en el devenir de esta entidad y de la República Mexicana en su conjunto, finalizaron sus labores de restauración.
Mediante una inversión de más de 15 millones de pesos, realizada por la presente administración estatal, a través de la Secretaría de Infraestructura, los edificios patrimoniales han sido atendidos integralmente, acciones que, el 11 de diciembre de 2024, se enmarcaron en los 37 años de la inscripción del Centro Histórico de Puebla en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la cual incluye a ambos inmuebles.
El director del Centro INAH Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, informó que en el Museo de la No Intervención, Fuerte de Loreto las acciones se realizaron entre el 13 de septiembre y el 9 de noviembre de 2024. Consistieron en impermeabilización, pintura de espacios interiores y exteriores (muralla, foso y baluarte), y conservación preventiva de la portada de la capilla.
En tanto, del 13 de septiembre al 11 de diciembre de 2024, el Museo Fuerte de Guadalupe fue objeto de una obra mayor, la cual consistió en la sustitución de la cubierta general de su edificio. Este trabajo implicó una reingeniería total sobre el monumento histórico, ya que la techumbre anterior tenía problemas de origen en cuanto a bajadas pluviales y seguridad estructural; además, se realizaron trabajos de mantenimiento al interior y al exterior del inmueble.
Cabe recordar que el Centro Histórico de Puebla fue declarado Zona de Monumentos Históricos, en 1977. Una década más tarde se concretó la citada inscripción ante la Unesco.
El popularmente conocido Cerro de los Fuertes es un espacio de relevancia para la sociedad poblana y el turismo que visita la ciudad, toda vez que además de albergar al par de recintos citados, es casa del Museo Regional de Puebla, adscrito también a la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, por medio del INAH, y de otros repositorios pertenecientes a la administración estatal, como los museos de la Evolución e Interactivo del 5 de Mayo.
En línea con lo mandatado por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la visión del INAH, en colaboración con el Gobierno del Estado de Puebla, es generar mejores oportunidades de desarrollo, dentro de las cuales la conservación permanente del patrimonio cultural sea un impulsor de bienestar social.
Lo anterior se corresponde con el recién inaugurado edificio del Congreso del Estado de Puebla, el cual se ubica en colindancia con la mencionada zona histórica y permite integrar un circuito de monumentos históricos con espacios modernos, para la prosperidad y esparcimiento de las familias poblanas.
“Como es sabido –explica el arquitecto Villarruel Vázquez– la Batalla del 5 de Mayo de 1862 fue un enfrentamiento armado con ataques franceses a la línea defensiva formada por los fuertes de Guadalupe y de Loreto, intentando posesionarse de ambos puntos para, desde allí, bombardear la ciudad de Puebla y tomarla fácilmente. Sin embargo, la estrategia del ejército mexicano dio un giro con el liderazgo del general Ignacio Zaragoza.
“Los fuertes son lugares vivos que nos hacen recordar con orgullo a esos ‘valientes hijos de México’, que lucharon por la libertad de una nación. Visitarlos, pisar el suelo donde soldados y civiles dieron su vida para evitar una intervención extranjera, es conocer la historia de personajes y recordar, a través de estas fortalezas, nuestra identidad colectiva”, finaliza.