
Desde la semana pasada y especialmente durante el sábado y el domingo, Puebla vivió un muy “sui generis” fin de semana, una especie de “primavera poblana”, que comenzó con la rebelión de los estudiantes de la facultad de medicina de la BUAP, siguió con el asesinato de dos elementos de la secretaria de Seguridad del municipio por parte del “operativo Barredora”, se extendió con la rebelión de los elementos de la corporación policiaca dependiente del ayuntamiento capitalino, así como con el bloqueo de la carretera federal y la autopista a Atlixco, por parte de amigos y familiares de dos jovencitas, quienes supuestamente habían sido secuestradas.
El fin de semana en Puebla, parecía ser un fin de semana más en la Puebla levítica, la BUAP había logrado acuerdos con los alumnos de medicina, estomatología y administración lo que era una muy buena noticia, la estabilidad parecía haber regresado a la máxima casa de estudios en el estado.
Sin embargo, durante la madrugada los demonios se desataron, luego que, en Bosques de san Sebastián, dos elementos de la secretaría de Seguridad Pública, Alejandro Osorio y Edgar Jesús Popoca, fueran masacrados por el “operativo Barredora”, uno de los brazos armados del Cártel de Jalisco la Nueva generación (CJNG).
Alejandro y Oscar vigilaban la casa del jefe de las fuerzas especiales de la SSC, de clave “Hades”, sobre quien se dice, iba dirigido el ataque, ya que ha sido señalado varias veces por este grupo delincuencial de estar involucrado con otras organizaciones criminales.
El brutal asesinato de estos elementos de las fuerzas de seguridad de la capital, fue la “gota que derramó el vaso”, al interior de la policía poblana, la cual se llenó de miedo, pero también de enojo, en contra de los asesinos de sus compañeros, pero también en contra de sus mandos, especialmente en contra del subsecretario, Gustavo Alonso González, con clave “El jefe Sauce”, a quien culpaban de la muerte de los dos elementos, entre otras cosas.
Esto desató la furia e indignación de varios elementos pertenecientes a los diferentes sectores de la corporación, quienes comenzaron a solicitar la renuncia de Sauce y también del titular del área, Fernando Rosales Solís.
El malestar de los elementos de seguridad creció al correr las horas y se comenzó a gestar un paro de actividades para solicitar la renuncia de estos dos funcionarios públicos.
Las protestas estallaron al filo de las 21 horas, un grupo de policías se dirigió al zócalo de la ciudad, en tanto, el alcalde capitalino, José Chedraui Budib, sostenía una reunión con el secretario de Seguridad en el ámbito estatal, el vicealmirante, Francisco Sánchez, para analizar todos estos acontecimientos.
La protesta de los policías inconformes se trasladó entonces al C5, la sede de la secretaría de Seguridad del municipio, en donde exigieron la presencia del alcalde capitalino.
Al filo de las 23 horas, se comenzó a rumorar acerca de la renuncia con carácter irrevocable de subsecretario de seguridad, Gustavo Alonso González “Sauce”, la cual fue confirmada minutos más tarde por parte de comunicación social de la Secretaría de Seguridad, lo que apaciguó los ánimos.
Al filo de la media noche, el edil capitalino, José Chedraui, entabló diálogo con el grupo inconforme, invitándolos a sostener un diálogo este domingo, para poner sobre la mesa, la posible renuncia del titular del área, Fernando Rosales Solís, cuyo principal pecado fue, dejar casi intacta la misma estructura con la que operó el anterior edil capitalino, Eduardo Rivera Pérez.
El domingo durante la primera reunión sostenida entre Chedraui y los inconformes, se dijo que se analizará la continuidad de Rosales Solís al frente de esta dependencia, así como una serie de mejoras dentro de la corporación y una nueva mesa de negociaciones programada para el próximo jueves.
Algo que quedó flotando en el ambiente, fue la declaración contundente del secretario de Gobernación en el ámbito estatal, Samuel Aguilar pala, en el sentido de revelar que desde el inicio de la presente administración, se le solicitó al edil capitalino, José Chedraui, el poner al mando de las fuerzas de seguridad en el capital, a un militar e incluso sugirió que con el debido respeto a la autonomía municipal, “este tal vez sea el momento”.
A la par de la rebelión policiaca, alumnos de la escuela de Comunicación de la BUAP iniciaron una nueva rebelión, cerrando la calle Cúmulo de Virgo a la altura del Complejo Cultural Universitario y entraron al inmueble que se única sobre vía Atlixcáyotl.
La estabilidad había parecido regresar a la máxima casa de estudios, con la reanudación de las clases en medicina, estomatología y administración, sin embargo, ahora se deberá de ver, como se arregla este nuevo conflicto, el cual debemos de enmarcar dentro de la sucesión rectoral que se llevará a cabo en el mes de septiembre.
Finalmente, la primavera poblana, vivió otro capítulo de locura, cuando habitantes de santa Inés Ahuatempan, comunidad de santa Isabel Cholula, bloquearon también por la noche, la carretera federal a Atlixco y la autopista, para reclamar por la desaparición de dos jovencitas de 14 y 17 años, de esta localidad.
Se creía que ambas menores, habían sido sustraídas por la fuerza de su casa, más tarde se supo que ellas abandonaron por voluntad propia su hogar, hasta que fueron encontradas por elementos de la Fiscalía General del Estado.
Cientos de personas se vieron perjudicadas por el bloqueo de ambas vías de comunicación, las cuales se reabrieron al filo de las 16 horas del día de ayer.
El fin de semana estuvo cargado de bloqueos y manifestaciones, lo cual habla de un clima enrarecido en Puebla.
Ya veremos qué nos depara esta semana que recién inicia.
Fotos: Es Imagen