Por: Isaac Palestina
@IsaacPalestinaD
La reforma al Poder Judicial propuesta por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha llegado a su etapa más crítica: el Senado de la República. En esta cámara legislativa, Morena, junto con sus aliados, ha logrado reunir 85 de los 86 votos necesarios para aprobar una reforma constitucional que podría transformar radicalmente el sistema judicial mexicano. Sin embargo, la falta de ese último voto ha puesto a la reforma en una situación de incertidumbre, sin embargo, las mayores presiones las afrontan las y los senadores de la oposición.
De hecho, han corrido múltiples rumores de que algunos senadores de la oposición, particularmente del PAN, PRI o Movimiento Ciudadano, podrían ser convencidos de votar a favor o, más preocupante aún, de ausentarse el día de la votación, por lo que incluso se ha convocado a los suplentes de las 43 senadurías restantes.
Para los partidos de oposición, esta no es solo una votación más; es una batalla por preservar lo que ellos consideran un frente político que bastante dañado se encuentra ya, pues no han logrado construir una plataforma política propia que conecte con las demandas de la ciudadanía.
El senador Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, y Adán Augusto López, presidente de la Junta de Coordinación Político (JUCOPO) han afirmado que lograrán convencer a un senador más, por lo que han trascendido presiones y dimes y diretes muy pasionales en el Senado de la República.
Lo que está en juego no es solo una reforma constitucional, sino la configuración misma del equilibrio de fuerzas en el Congreso de la Unión, siendo el Senado el último reducto de la oposición hasta el momento; pues Morena ha ganado además la mayoría en 27 de 32 congresos locales, es decir, de aprobarse en el Senado, la Reforma al Poder Judicial sería prácticamente un hecho.
La última aduana de esta reforma se encuentra en el Senado, y todo parece indicar que Morena tiene una ventaja que podría ser definitiva. Sin embargo, en la política, especialmente en un tema tan delicado como este, nada está decidido hasta que se cuentan los votos. ¿Logrará Morena consolidar su mayoría y aprobar la reforma? ¿O será este el punto en el que la oposición logre frenar un proyecto que considera peligroso para la democracia?
Lo que es seguro es que la discusión en el Senado será intensa y su resultado tendrá repercusiones profundas en el futuro del país. La reforma al Poder Judicial no solo está en la cuerda floja; está en el centro de una batalla política que definirá el rumbo de México.