Jorge Barrientos
Durante la misa dominical en la Catedral de Puebla, el obispo auxiliar Francisco Javier Martínez elevó una oración por el eterno descanso de Estefanía Rodríguez Cruz, víctima de feminicidio en el municipio de Xicotepec de Juárez, así como por el agente de la Fiscalía General del Estado (FGE) asesinado en el cumplimiento de su deber.
Asimismo, pidió por la pronta aparición de Ingrid Yunaen Reyes Pérez, una menor de 14 años que permanece desaparecida.
Desde el altar, el obispo llamó a los feligreses a vivir con amor y perdón, en lugar de rencor y violencia. “La violencia demuestra el vacío del corazón, lastima y hiere. Si no nos dejamos amar, viviremos una historia diferente. El amor compromete”, expresó.
Martínez insistió en que Dios elige siempre el camino de las caricias, del amor y del perdón, y que su misericordia no excluye a nadie. “Dios no solo acepta a los que cumplen con los preceptos, sino también a quienes se equivocan. No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos”, recordó.
El obispo también reflexionó sobre la creencia errónea de que la bondad de Dios es solo para quienes “se portan bien”, cuando en realidad su misericordia es el único camino para cambiar.
