Jorge Barrientos
En el marco de la celebración del Día de la Candelaria, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Javier Martínez Castillo, aseguró que Dios no es indiferente al sufrimiento y las preocupaciones de la humanidad, especialmente ante la creciente violencia y tragedias que afectan a la sociedad.
“Jesús sabe lo difícil que es ser luz en medio de una oscuridad que crece y se vuelve más agresiva, una realidad que jamás debemos normalizar”, expresó durante la homilía. “Esa oscuridad intenta apagar nuestra ilusión y decisión de luchar, transformar y crecer, incluso a través de discursos bien elaborados pero envenenados en su esencia”, agregó.
Martínez Castillo insistió en que Dios sigue siendo una fuente de esperanza y fortaleza en tiempos difíciles. “Dios no miente, siempre cumple sus promesas; Él es la luz que vence a la oscuridad”, afirmó.
El obispo enfatizó la importancia de abrir el corazón para encontrarse con Dios: “No bastan los ojos si el alma no quiere ver. Jesús, en su sencillez y cercanía, se abre paso como luz de esperanza, incluso en medio de los poderes religiosos y políticos.”
Asimismo, hizo un llamado a no ceder ante la corrupción que amenaza a la sociedad.
Durante la ceremonia, el obispo elevó oraciones por los mexicanos que fallecieron recientemente en un accidente aéreo en Filadelfia, Estados Unidos, así como por quienes han partido a la vida eterna.
