Jorge Barrientos
Desde la Catedral, durante la misa dominical que ofició en representación del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, el obispo auxiliar reconoció que hoy en día abundan noticias tristes y dolorosas sobre la muerte.
En este contexto, pidió por el eterno descanso de los ocho jóvenes integrantes de la Pastoral Juvenil asesinados en Salamanca, Guanajuato, así como por todas las personas que han perdido la vida a causa de la violencia y aquellas que continúan desaparecidas.
Señaló que cuando las personas se dejan esclavizar por el pecado, la maldad, la envidia y el egoísmo, su corazón se endurece, impidiendo la entrada de Dios y del prójimo. “Un corazón en esas condiciones prácticamente está muerto, porque no experimenta la vida ni la razón para la cual fue creado”, expresó.
Asimismo, advirtió que, debido al pecado, el corazón humano puede albergar malas intenciones. “Por eso dice que, si ustedes no se arrepienten, perecerán de la misma manera”, afirmó, subrayando que en este tiempo de Cuaresma es importante reflexionar sobre si “estamos dando los frutos adecuados, ya que el mundo parece no estar dando frutos buenos”.
Alertó que en la sociedad actual prevalecen la discordia, la violencia, la injusticia y la mentira. “Por eso, en este tiempo cuaresmal, debemos purificar nuestros corazones y sanar las enfermedades que provocan nuestra dureza de corazón, acercarnos a Jesús”, concluyó.