En Puebla, la seguridad de los ciudadanos recae en la policía municipal, pero surge una pregunta fundamental: ¿quién cuida de quienes nos protegen? La problemática que enfrentan los elementos de seguridad municipal es preocupante, pues en muchos casos, los altos mandos policiales son los primeros en pactar con los cabecillas de grupos delictivos, dejando a los agentes de a pie en una posición de vulnerabilidad extrema.
Uno de los principales problemas es la falta de garantías laborales. Muchos policías municipales carecen de seguridad social y de seguros de vida que realmente protejan a sus familias en caso de que pierdan la vida en el cumplimiento de su deber. Esta precariedad los convierte en blanco fácil para la corrupción y los acuerdos con grupos criminales, ya que la falta de estabilidad económica los deja sin otra opción que aceptar condiciones adversas.
Otro factor que agrava la crisis de seguridad es la designación de perfiles inadecuados en la dirección de las corporaciones municipales. Pocos presidentes municipales han optado por nombrar a mandos con experiencia, como elementos de la Marina o del Ejército, que cuentan con formación en estrategias de seguridad. En su lugar, muchos ediles han apostado por perfiles ciudadanos sin conocimientos operativos ni técnicos en materia de seguridad, lo que genera una dirección deficiente y carente de estrategias eficaces contra el crimen.
A esto se suma la falta de incentivos salariales. Mientras que el gobernador del estado Alejandro Armenta Mier, implementó aumentos salariales para los elementos de seguridad pública estatal, pocos municipios han seguido este ejemplo con sus policías municipales. Esta disparidad deja en desventaja a los elementos municipales, quienes, a pesar de enfrentarse a situaciones de alto riesgo, siguen percibiendo sueldos bajos y sin garantías.
El impacto de estas deficiencias es evidente en varios municipios de Puebla, donde la inseguridad ha alcanzado niveles alarmantes, comparables con zonas dominadas por el crimen organizado. Sin un respaldo real a sus condiciones laborales, sin estrategias adecuadas y sin un liderazgo experimentado, la policía municipal queda en un estado de abandono, incapaz de combatir eficazmente la delincuencia.
Es urgente que los gobiernos municipales asuman su responsabilidad y refuercen las condiciones de trabajo de los elementos de seguridad, garantizándoles estabilidad, protección y formación adecuada. Solo así podrá recuperarse la confianza en las instituciones y fortalecerse la seguridad en Puebla.
Y aquí la gran pregunta… ¿A qué le tiras cuando sueñas, mexicano?
Para cualquier duda, sugerencia, comentarios y más, estoy en mis redes sociales, X como @jorgereportero1, y en el portal digital:
www.elquintomedio.com, y en el correo