Borrar al barbosismo

Si una encomienda tiene la próxima administración estatal que encabezará Alejandro Armenta Mier es borrar cualquier huella de lo que fue el barbosismo, el grupo político que dominó los destinos de Puebla durante 4 años.

En la campaña, Armenta se salvó de tener que cargar con los negativos de esa administración, debido a que su principal adversario, Eduardo Rivera Pérez, mantenía una muy buena relación con el finado mandatario y con su familia.

Rivera, en campaña, evitó tocar temas que entre la sociedad poblana habían provocado molestia, como el “hoyo financiero” por más de 600 millones de pesos, recursos de los poblanos depositados en Banco Accendo y que se perdieron, solo por citar algunos.

Y ya no se diga del tema de Fondika del cual poco se ha hablado y que descubrió el gobernador sustituto, Sergio Salomón a los pocos meses de haber entrado en funciones y cuyo saldo asciende a más de 6 mil 500 millones de pesos.

Ya ni hablar del tema de la inseguridad y como Puebla se contaminó con la llegada de los chiapanecos para hacerse cargo de este tema en Puebla y que envolvió de corrupción a todos los ámbitos, siendo los centros de readaptación social el centro neurálgico de todo lo negativo en la materia que existía en Puebla.

A Eduardo Rivera le hubiera sido redituable tocar estos temas durante la campaña, así como la falta de obra pública en la entidad y muchas cosas más, sin embargo, no quiso tocar ni con el “pétalo de una rosa al barbosismo”.

Rivera jamás quiso tampoco contrastar lo hecho por los gobiernos emanados del PAN y de los de Morena, siendo que era muy claro que los del partido del presidente López no hicieron buenas administraciones en el estado, pero sus pactos del 2021 y la amistad con el difunto y su familia, pesaron más que sus ganas de ganar la gubernatura.

Si algún reto tiene hoy enfrente Armenta es borrar la herencia del barbosismo en Puebla y demostrar que los gobiernos emanados de Morena si pueden ser diferentes a los que antes gobernaron la entidad, si es que de verdad quiere pasar a la historia como uno de los mejores gobernadores o el mejor.

Este sin duda fue el sexenio “maldito”, en el que Puebla se estancó a nivel nacional, en el que dos gobernadores perdieron la vida, en que no hubo estabilidad y en el que poco o nada hay que resaltar y en el que por eso es muy importante que la nueva administración si sea un parteaguas en la historia de la entidad, como ya lo he señalado en otras entregas.

Los chiles del Yayo. Estemartes, 30 de julio, el empresario, Eduardo García Suárez, celebrará en la casa de su señora madre, ubicada en la colonia El Mirador, su tradicional comida de Chiles en Nogada.

“El Yayo”, como lo conocemos sus amigos, realiza esta comida ya desde hace muchos años, incluso desde que falleciera su padre, mi amigo el destacado empresario poblano, Eduardo García Suárez “el Pichón”.

Muchos integrantes de la clase política nacional y local están invitados al encuentro organizado por García Casas, como el empresario, Jesús Rodríguez Cárdenas, presidente de la Canaco de la Ciudad de México y el todavía diputado federal, Alfonso Ramírez Cuéllar, hombre cercano a la presidenta, Claudia Sheinbaum.

Buen provecho para todos los invitados a la comida.

La fiesta de Pedro Haces.  El pasado jueves 18 de Julio se llevó a cabo la fiesta de cumpleaños del empresario y líder sindical, Pedro Haces Barba en la Ciudad de México, al cual acudieron algunos invitados de la clase política poblana, principalmente el gobernador, Sergio Salomón y su esposa, Gaby Bonilla, así como su hombre de confianza, Francisco Juárez.

Además de estar presente el empresario más rico de México y uno de los diez más ricos del mundo, Carlos Slim, también llamó la atención que cantó en esta fiesta uno de los personajes de moda del llamado género regional mexicano, Julión Álvarez.

Otro de los actores que llamó la atención en la fiesta fue el aun senador y próximo líder de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, quien, como ya lo señalamos, tendrá una notable influencia en Puebla.

A destacar los más 110 mil dólares por presentación que cobra el Julión, lo cual no es poco, aunque para el líder sindical y empresario podría no ser nada.

El que no estuvo presente fue el gobernador electo, Alejandro Armenta, quien está evitando asistir a este tipo de eventos por prescripción médica.

 De hecho, su doctor le ha recomendado guardar reposo para tener una recuperación eficiente de su tendón de Aquiles, pero, a quien será el nuevo mandatario le gana su hiperactividad.

Ilustración: Alejandro Medina

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