Camarillo se acabó al PRI

Mucho se dijo sobre la muerte del PRI, luego de la derrota electoral que sufrió este partido a manos del PAN en el 2000, tras el triunfo de Vicente Fox; sin embargo, el ex partidazo conservó una base de poco más de 20 gobernadores, que fueron suficientes para la garantizar su supervivencia.

Tan fue así que el PRI, a pesar de que se fue al tercer lugar de las preferencias en el 2006, también logró sobrevivir a un segundo periodo presidencial panista, lo que le permitió renacer de sus cenizas y en el 2012 recuperar la Presidencia de la República.

Muchos creímos que se trataba de la restauración del antiguo régimen, pero no fue así. Los excesos del peñismo, sumado al activismo incansable de López Obrador, terminaron con la supremacía priista y con el ex partidazo.

De manera paulatina, los ex priistas se fueron adhiriendo a Morena, lo que no ocurrió en el 2000 con el PAN. A su vez, López terminó por sepultar al priismo, arrebatándoles prácticamente del gobierno de todos los estados que gobernaban, Tabasco, Quinta Roo, Campeche, Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Nayarit, Hidalgo, solo por mencionar algunas entidades, fueron cayendo en control de Morena, quien paradójicamente, ganó estas elecciones, casi con puros cuadros extraídos del tricolor. Solo Durango y Coahuila resistieron el avance de la “ola guinda”.

La alianza con el PAN, realizada en 2021, surtió efecto, pues logró frenar el avance de Morena y las reformas que López trataba de impulsar, sin embargo, la derrota electoral del 2024, significó la tumba para el partido tricolor.

La crisis priista se agudiza cada vez más bajo la presidencia de Alejandro “Amlito” Moreno, quien se resiste a dejar el control de este partido y lo mismo ocurre en las diferentes entidades como Puebla, en donde el dirigente estatal, Néstor Camarillo, ya llevó al PRI a su mínima expresión.

Es una verdadera vergüenza que el ex partidazo, el ente político que gobernó durante 70 años la entidad, en el pasado proceso electoral extraordinario, celebrado en los municipios de Chignahuapan, Ayotoxco, Xiutetelco y Venustiano Carranza, en donde estuvo en juego un padrón electoral de cerca de 100 mil potenciales votos, el tricolor solo haya tenido 850 sufragios.

De pena ajena, de risa loca y el mérito de esta raquítica cosecha, es totalmente y así hay que reconocerlo, del senador, porque así le gusta que lo llamen, Néstor Camarillo.

Honor a quien honor merece, Camarillo ha terminado de sepultar al PRI; ahora sí queda claro que las zonas rurales le pertenecen única y exclusivamente a Morena, ente que ya devoró a la base electoral del antiguo ex partidazo.

A ese ritmo y con esa patética votación, el PRI va a perder el registro en el 2027. La Sierra Norte de Puebla, en donde hasta hace poco aún gobernaba varios municipios, ahora ya es totalmente territorio morenista y eso hay que también reconocerlo, obedece al efecto Armenta, el actual gobernador del Estado, que ha hecho que muchos ex militantes del ex partidazo, hoy ya están volcados completamente con el oficialismo, por los programas sociales y por la chamba, pero “haiga sido, como haiga sido”, hoy son de Morena.

Por eso, resultan patéticos los reclamos de Camarillo hacia Acción Nacional, partido que sabiamente en esta elección, luego de lo ocurrido en el 2024, decidió ya no ir con los priistas que no representan nada.

Para qué Camarillo entienda, su Senaduría se la debe al PAN, tontamente Eduardo Rivera, cedió esa posición, con la esperanza de que en el 2024, el PRI pudiera sumarle a su campaña el “Voto verde”, sufragio que por cierto ya quedó demostrado, ya no existe, hoy todo es de Morena.

Para el 2027, el futuro del tricolor es algo más que sombrío, nada bueno le augura a este partido político en Puebla, con un dirigente estatal bravucón y que no entiende, que no entiende.

Y ya para concluir, que calidad moral puede tener Néstor Camarillo y su camarilla, para hablar de traiciones y de estar al servicio de Morena, cuando dos diputadas de su partido, Xitlalic Ceja y Nadia Navarro, en la cámara de diputados, se unieron a la bancada de Morena, para blindar al presunto abusador sexual, Cuauhtémoc Blanco y evitar su desafuero.

Juan Carlos Valdés al DIF. Este día se dio conocer el nombramientos de Juan Carlos Valdés Zayas, como nuevo director general del DIF, en sustitución de Raymundo Atanacio, quien es un buen hombre, pero nada más no dio el ancho y tronó a los 100 días, siendo hasta el momento, la baja más fuerte dentro del equipo con el cual arrancó el gobernador Armenta, su periodo de seis años.

Juan Carlos Valdés, inicialmente, había sido señalado como un prospecto para ir a la Auditoría Superior del Estado, lo cual ahora deja abierta la elección, cuando el Congreso emita la convocatoria correspondiente.

Valdés es un hombre de todas las confianzas de Armenta, fue su administrativo cuando fungió al frente del DIF estatal y luego en la entonces secretaria de Desarrollo Social, cargo en el que permaneció este personaje, aun luego de la salida del hoy gobernador y la llegada de Javier López Zavala.

Mi reconocimiento. A las diputadas federales poblanas, Nora Merino Escamilla, Claudia Rivera Vivanco, Julieta Vences y Karina Pérez Popoca, por tener los arrestos de rebelarse ante la línea del oficialismo y rechazar el blindaje a favor del presunto abusador sexual, Cuauhtémoc Blanco. Mis respetos para ustedes y mi repudió al resto de la bancada poblana de Morena, PT y el Verde, por defender a un depredador, ojalá nunca le pase nada a algún familiar suyo.

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