El bloqueo digital a los medios rusos 

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@artuman

Lo digital también es geopolítico o lo geopolítico también es digital, no importa el orden con el que se vea. El proceso electoral en Estados Unidos ha confirmado el postulado inicial, al alinear a dos grandes corporativos de redes sociales en un bloqueo a medios rusos. 

La acción restrictiva implementada por Meta y TikTok no es de gratis, deriva del antecedente de la elección de 2016 cuando se confirmó que agentes rusos participaron en estrategias informativas para modificar el ánimo electoral, lo cual derivó en el crecimiento de la antipatía hacia Hilary Clinton y, eventualmente, el triunfo de Donald Trump. 

Ocho años después, la historia se repite; Meta detectó que los medios rusos RT y Rossiya Segodnya estaban implementando un plan para amplificar la división política en la Unión Americana, por medio del uso de comentaristas de derecha.

El objetivo de la estrategia: influir en los votantes estadounidenses empujándolos estratégicamente hacia puntos de vista beneficiosos para Rusia.

Al descubrir el entramado, Meta puso un alto y bloqueó las cuentas de los medios, la medida fue seguida por la plataforma de origen chino, TikTok, que dio a conocer, el pasado 23 de septiembre, por medio de su centro de integridad electoral de Estados Unidos, que eliminó la cuentas asociadas a Rossiya y Tv-Novotsi por participar en operaciones de influencia encubiertas. 

Como seguramente se recuerda, TikTok se encuentra en medio de un proceso en el que podría dejar de operar en Estados Unidos por la sospecha de que la información y los datos de sus usuarios son compartidos y utilizados por el régimen chino.

Así que esta acción de adhesión al bloqueo parece un guiño con la intención de ganar simpatías que le permitan seguir operando en el mercado norteamericano. 

Sobre este tema también se dio a conocer que la opinión pública norteamericana se aleja cada vez más y más rápido del apoyo a la salida de TikTok.

La situación, es sin duda, el efecto de una sociedad que ha aprendido a vivir en digital y cuyas conexiones sociales y políticas son afectadas por lo que sucede en el ecosistema. 

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