Arranca la era de Armenta, promete ser gobernador justo, honesto e incansable

“Gobernador, gobernador”, el centro expositor estalla, miles de voces corean a Alejandro Armenta quien arriba al recinto acompañado de su familia y su señor padre, quien orgulloso lo mira desde la primera fila.

Se habían colocado sillas para alrededor de 7 mil asistentes y se tuvieron que colocar 3 mil más y aun así había gente de pie. Solo se utilizaron 20 camionetas para trasladar a los invitados especiales, que habían acudido a la nueva sede del Congreso local donde unos minutos antes, el hombre nacido en Izúcar de Matamoros, pero avecindado desde pequeño en Acatzingo, rindió protesta como gobernador de Puebla.

Al ex gobernador, Sergio Salomón Céspedes se le vio la pérdida del poder es un trago amargo. Lo único malo de ser gobernador, es que algún día serás ex gobernador, con todo lo que ello implica. Su mirada se pierde por unos instantes en el horizonte del gran centro expositor.

La primera plana de la 4T arropa a uno de sus hijos consentidos, Alejandro Armenta, el mismo que en el 2016 comenzó a alejarse de su antiguo partido el PRI y a acercarse a Morena, pero principalmente a su referente, el ex presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Armenta no tiene empacho en citar en varias ocasiones al tabasqueño, las referencias hacia el hombre que estuvo al frente del gobierno de México, se multiplican al igual que a la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, con quien dijo trabajará de la mano y en coordinación permanente.

Luisa María Alcalde, Andrés Manuel López Beltrán, Mario Delgado, siete gobernadores de la región, el presidente de la cámara de diputados, su amigo Ricardo Monreal, el líder del senado, el compañero Noroña, la totalidad de la clase política local atestiguan el ascenso de Armenta, quien promete ser un gobernador, justo, honesto y trabajador.

Sus palabras retumban en el centro expositor a la vez que da inicio a una serie de compromisos, 26 en total, que duran un total de 70 minutos, todos ellos muy importantes para los 2 mil 162 días que durará su mandato. “Los cargos no son para siempre, ni nos pertenecen”, subraya.

El gobernador Armenta goza el momento, su cara y sus ojos, denotan una satisfacción que solo puede darte el poder, pero también el saber que cumpliste una meta que persiguió durante 34 años.

Es el momento de la generosidad y el gobernador Armenta no lo olvida, en su discurso tiene deferencias para su antecesor, Sergio Salomón, a quien llama, “gran gobernador”.

El mandatario hace especial referencia hacia dos personajes, uno de ellos de su familia, su primo Ignacio, quien le disputó la nominación, una lucha que resultó más cruenta y más cerrada que incluso la misma constitución. El gobernador no tiene empacho en reconocer a su pariente, quien por primera vez es ovacionado por los seguidores del mandatario.

Otro que sintió como se dice coloquialmente el calor del nuevo mandatario, es el delegado del Bienestar en Puebla, Rodrigo Abdala Dartíguez a quien llamó “mi amigo y coordinador”, Abdala desde su lugar asiente con la cabeza y una amplia sonrisa llena su rostro.

Claudia Rivera y Olivia Salomón también son parte de sus referencias, no así el diputado Julio Huerta, primo del fallecido gobernador Miguel Barbosa.

Armenta no hace aspavientos, antes de concluir su mensaje reiteró su compromiso, “seré un gobernador justo e incansable”, esto último puede considerarse como una de sus características. Sus jornadas inician a veces a las 4 de la mañana y culminan a las 12 de la noche, me costa.

El cantante Julión Álvarez, es uno de los invitados especiales del nuevo mandatario. Al concluir su mensaje y a petición de la gente, comienza cantar su éxito terrenal, por la noche, llena el estadio Cuauhtémoc con su gira, “Prófugos del anexo”.

Ni duda cabe que eso es el poder, para poder. Alguna vez, el entonces delegado del PRI en Puebla y ex gobernador de Durango, Maximiliano Silerio Esparza, me dijo “mira Ricardo, el poder es para disfrutarse, no para sufrirse”.

Mario Riestra, nuevo dirigente estatal del PAN. Ayer en la sesión del Consejo Político Estatal del PAN, Mario Riestra Piña, venció y por un muy amplio margen a su adversario, Felipe Velázquez Gutiérrez, quien representaba los intereses del grupo del ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera, el Yunque.

Riestra obtuvo 70 votos, mientras que su oponente solo 43, una victoria categórica y aplastante, que es el reflejo de un gran trabajo, tejiendo una red de alianzas que como lo señalé en una pasada entrega, parecían ser imposibles.

Riestra negoció con la ex presidenta del PAN, Genoveva Huerta Villegas, quien ahora será la secretaria general de este partido, con la ex diputada local, Mónica Rodríguez, con Jorge Aguilar Chedraui y el tiro de gracia se lo dio al Yunque, cuando logró sumar al personaje con mayor capital político en la capital y la zona conurbada, al ex alcalde de san Andrés Cholula, Mundo Tlatehui y a su esposa, la presidenta municipal, Lupita Cuautle.

Lo hecho por Riestra y Genoveva Huerta pudiera parecer poco relevante, pero no es así, desde que se hicieron del control del PAN a finales de los ochentas en el siglo pasado, nadie había podido derrotar al Yunque, Moreno Valle les arrebató por un tiempo las siglas de este partido, pero solo a la mala.

Riestra será el nuevo dirigente estatal del PAN y tendrá sobre sus hombros no solo la enorme tarea de reconstruir a este partido, el principal de oposición en el país y el estado, sino también el de ser un contrapeso digno y fuerte frente a Morena y el gobernador, Alejandro Armenta.

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