Chignahuapan, política y crimen en Puebla

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Al cierre de esta entrega aún no se conoce la situación de la elección extraordinaria en Chignahuapan. La Secretaría de Gobernación que encabeza Samuel Aguilar Pala de manera formal solicitó cancelar el proceso, sin embargo, la jornada continuó bajo la responsabilidad del Instituto Nacional Electoral (INE).

En el fondo lo que estamos presenciando es la mano del crimen organizado en la esfera política. Atentados contra instalaciones oficiales, amagos, amenazas, funcionarios que renuncian ante el temor de ser blanco de la violencia.

Chignahuapan es el ejemplo de lo que sucede cuando la política le abre la puerta a la delincuencia.

Para Cúpula esta es otra oportunidad para subrayar lo que hemos publicado desde los años del morenovallismo cuando las presidencias municipales le fueron entregadas a delincuentes a cambio de firmar el programa “Peso sobre peso”.

El referido plan era el modelo de negocios de Casa Puebla para los municipios.

A 15 años de distancia otros grupos políticos se coluden con el hampa.

Primero protegido por el partido Fuerza por México y ahora por Movimiento Ciudadano, Juan Lira alias “el moco” es el emblema de un criminal incrustado en la política, pero hemos visto otros casos más.

Aunque en menor grado lo mismo sucedió en Venustiano Carranza con los Valencia, Ajalpan con Ignacio “Nacho” Salvador, San Miguel Eloxochitlán con los hermanos Honor y Delfino Hernández, entre otros.

En Puebla corre el soplo, un aire esperanzador de que el gobernador Alejandro Armenta ponga un alto definitivo a la política criminal como ya lo hizo en los municipios de Ciudad Serdán y Tlachichuca con los hermanos Uruviel y Giovani González Vieyra.

De un manotazo en la mesa y con un despliegue de cerca de 200 elementos federales y estatales fueron capturados dos alcaldes relacionados con grupos delictivos.

Hasta el momento no se conocen en detalle los cargos y las imputaciones. Por la salud de Puebla es necesario que -sin entorpecer el debido proceso-, se revelen algunos datos del grado de complicidad de los ediles.

Pero sobre todo se espera que el mandatario poblano continúe por la misma ruta de no permitir la colusión entre alcaldes y criminales.

En el distrito judicial de Tehuacán aún está pendiente la investigación del asesinato del activista indígena de Coyomeapan Sergio Cruz Nieto.

Hace dos meses un motosicario se colocó a un lado de su camioneta y le disparó a escasos centímetros de distancia. Fue una ejecución con todos los rasgos de una venganza política.

Ciudad Serdán y Tlachichuca fueron el primer paso para limpiar la vida política de Puebla, pero aún hay un largo trecho por recorrer.

El gobernador Armenta tiene la firmeza para lograr que el estado recobre la estabilidad que tuvo en otros tiempos. En esta cruzada tiene el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum y el Secretario Omar García Harfuch.

Nadie quiere otros casos como Chignahuapan.  Lo más lamentable que podría suceder es que Juan Lira continue manipulando la vida del municipio.

Vamos a los cortos en Cúpula.

Caída de “El Caimán” debe continuar con otros cabecillas.

En horas recientes trascendió la captura de Fernando N. alias “El Caimán” líder criminal en el mercado La Cuchilla. Se trata de uno de los delincuentes más peligrosos de la ciudad de Puebla; involucrado en narcomenudeo, homicidios, robos y asaltos.

Aunque la detención se logró en el estado de Tlaxcala esta es una oportunidad para continuar con la persecución de otros generadores de violencia en la Angelópolis.

“El Caimán” tiene información de sus aliados y adversarios. Lo que pueda declarar será la puerta para futuros golpes contra la delincuencia.

La Fiscalía de Puebla debe coadyuvar con la de Tlaxcala para obtener la mayor cantidad de datos que pueda proporcionar el referido cabecilla.

Favor de no banalizar el lenguaje

En tiempos recientes se ha hecho común la expresión “sicariato digital”. Esto es un despropósito, un sinsentido.

El sicario es un asesino, un homicida. Eso no existe en el contexto digital.

Por supuesto que el ciber acoso es una actividad terrible y en adolescentes tiene implicaciones devastadoras, pero de ninguna forma es un “sicariato”.

Las legisladoras deben evitar expresiones inapropiadas que banalizan la realidad. Por favor.

Como siempre quedo a sus órdenes. 

X @CupulaPuebla

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