
El gobernador Alejandro Armenta y su secretario de Seguridad, el vicealmirante Francisco Sánchez, han comenzado a desbaratar las viejas mafias enquistadas dentro de los gobiernos municipales de Puebla.
Desde hace tiempo, en este mismo espacio, lo señalamos, son los gobiernos municipales, los que no solo tejieron una red de cacicazgos en el estado, sino también de vicios, al involucrarse con el crimen organizado en muchos lugares de la entidad.
La reforma constitucional aprobada en 2013 por el Congreso local e impulsada por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, que dio origen a la mini gubernatura de un año y ocho meses, así como las alcaldías de 4 años y ocho meses, son el génesis de la tremenda descomposición política y de inseguridad que hoy existe en Puebla, aderezada por la inestabilidad de la cual hable en una pasada entrega y por los pésimos gobiernos de Miguel Barbosa y Sergio Salomón.
Este último, se la paso culpando de todo lo malo que pasaba en Puebla a las administraciones municipales panistas, que en ese momento gobernaban los principales municipios de la zona conurbada, pero cerró los ojos a las actividades ilícitas, como la de los hermanos, González Vieyra, a quien ni siquiera molestó; incluso, dejó que se reeligieran al frente de los gobiernos de Ciudad Serdán y Tlachichuca.
Salomón se la pasó hostigando políticamente a los gobiernos emanados del albiazul, principalmente al de Puebla capital y al de San Andrés; incluso, en plena campaña electoral del año pasado, pero le pasaron de “noche” las actividades ilícitas de estos personajes, por cierto, cercanos a su zona de influencia, Tepeaca.
En fin, el tema es que ahora con la aprehensión de los hermanos Vieyra como lo señalé ayer, lo que se espera es que vengan otros movimientos, en contra de ediles vinculados al crimen organizado, algo similar al llamado “operativo colmena” y es que, el crimen organizado se enquistó en los gobiernos municipales en varias regiones de la entidad, hasta el punto de impulsar candidatos, como el caso de Juan Lira Maldonado, alias “El Moco” en Chignahuapan, a quien se le vincula con el robo de combustible en esta zona y que había ganado la presidencia municipal de este lugar, aunque se le anuló la elección y llegó a amenazar a las autoridades en su momento.
Habrá que estar pendiente en los próximos días, si es que se llevan a cabo más operativos en otras regiones de la entidad, como el que se efectuaron en la zona de Ciudad Serdán.
Por lo pronto hay que señalar dos buenas acciones por parte de la administración estatal, el primero tiene que ver con la reducción en un 75 por ciento del robo a transporte de carga en carreteras de la entidad y el decomiso de más de 18 mil litros de “huachicol”, efectuado por el ejército mexicano, policía estatal y policía municipal en Chignahuapan, Puebla, en donde se van a llevar a cabo elecciones extraordinarias y participan personajes muy ligados a esta actividad ilícita.
Los Vieyra, se dice también estarían involucrados en el robo a transporte de carga. De acuerdo a algunos trascendidos, luego de haber sido detenidos, se dice que a familia González Vieyra, también estarían vinculados a una poderosa célula delictiva que roba a transportistas en la carretera El Seco – Esperanza esto de acuerdo a la FGEF-CDI-016903/2022, este es uno de los negocios que le produce importantes ganancias.
Además de esto, Uruviel N cuenta con múltiples carpetas de investigación por no pagar a proveedores de los ayuntamientos, así como de comprar cosas, pagar el enganche y no continuar pagando.
Al mismo tiempo, el alcalde detenido de Ciudad Serdán, cuenta con una carpeta de investigación por incendiar la presidencia municipal de Tlachichuca, cuando Jonathan Collantes era presidente. E077/2024, así como con varias denuncias mercantiles:
E078/2024, E008/2024 Ejecutivo Mercantil, 0905/2023 Ejecutivo Mercantil, E186/2023 Ordinario Mercantil, E155/2023 Ordinario Mercantil, 0157/2018 Ordinario Mercantil, 1161/2016 Ejecutivo Mercantil y 0297/2012 Ejecutivo Mercantil, entre otros.

El gobernador respalda a la BUAP. Ayer, el gobernador Alejandro Armenta salió en defensa de su alma mater, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, al solicitar a la organización Antorcha Campesina, que saque las manos de esta institución.
El mandatario ha sido muy respetuoso de la autonomía universitaria y a privilegiado el diálogo que entabló la rectora Lilia Cedillo, con los estudiantes inconformes de la máxima casa de estudios en el estado, cuyos reclamos de mejores condiciones de seguridad y equipamiento, así como que se ponga fin al hostigamiento sexual son válidos, sin embargo, al detectar que hay manos ajenas metidas en el conflicto, el ejecutivo local no dudo en hacer una llamado a esta organización, para que deje de intervenir en la vida universitaria.
Por lo pronto hay que destacar la sencillez y la calidad humana de la rectora, quien no ha dudado nunca de acercarse a la comunidad y visitar personalmente las mesas de diálogo instaladas, para escuchar las demandas de los jóvenes, eso, no cualquiera.