Sergio Salomón Céspedes Peregrina inició la ceremonia de los adioses.
Ayer, al medio día, presentó su obra cumbre: la nueva sede del Poder Legislativo local. La inauguración fue una manera muy digna y elegante para agradecerle al Congreso que lo eligió gobernador en sustitución de Miguel Barbosa Huerta.
El gobernador SS, como todo mundo lo conoce y hace referencia a él en WhatsApp y Telegram, hizo mucho en muy poco tiempo, dos años para ser exactos; pues no sólo fue la sede del Poder Legislativo, quizá esa sea la obra más emblemática, sino todas las de infraestructura y vialidades en la Angelópolis y en el interior del estado.
Además, cuando arribó al poder, Puebla estaba muy convulsa.
Ya sabemos la historia desde la época preciosa (febrero del 2006); el estilo personal de Rafael Moreno Valle y el niño muerto en Chalchiguapan por la llamada Ley Bala; la polémica elección que resultó ganadora Marta Erika Alonso en 2018, así como su trágica muerte en diciembre de ese año; la llegada de Miguel Barbosa Huerta al poder y las más de 900 carpetas de investigación que se armaron durante su gestión.
Hasta que llegó Sergio Salomón Céspedes se dejó de polarizar a la sociedad, se respiró tranquilidad; muchos poblanos que habían hecho maletas regresaron a vivir a Puebla. Dejaron sus casas en Woodlands, Texas.
Como diría el doctor Toxqui “se cancelaron los odios y rencores”.
Hoy, los que se dijeron perseguidos aparecen en actos públicos, algunos militan ya sea en Morena, del Partido Verde y hasta el PAN.
Don SS hizo mucho en muy poco tiempo.
Tuvo que lidiar con el escándalo del famoso banco Accendo que le hizo un boquete financiero a la entidad de 600 millones de pesos; tuvo que renegociar un adeudo millonario con el SAT, el cual logró hasta un saldo a favor.
Reabrió los puentes de comunicación con la federación y hasta incluyó a Puebla en el tema del IMSS Bienestar.
Recompuso la relación con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y hasta colaboró para inaugurar una segunda sede de Ciudad Universitaria.
Trajo al Instituto Politécnico Nacional (IPN) a Puebla y en breve será entregada la obra al cien por ciento. Hace poco más de un mes, el mandatario poblano hizo un recorrido con directores de medios de comunicación y mostró cómo van quedando las aulas, la biblioteca y hasta las zonas recreativas de la nueva casa de las burras blancas del poli.
Instaló una nueva central de autobuses para la zona sur de la Angelópolis.
En poco tiempo también se entregará la nueva línea de metrobús que será por el periférico de Puebla.
En pocas palabras, Salomón Céspedes tuvo el buen tino de atraer recursos federales y aplicarlos.
A ver, a ver, tampoco se trata de decir que es infalible y que no cometió errores, no se trata de eso, pero llama la atención que otros mandatarios en dos años no han entregado resultados ni obras o que algunos se han dedicado a confrontarse y confrontar a sus gobernados, a generar una política de persecución, amenaza y delación en vez de diálogo y construcción.
Algunos mandatarios han usado el poder para cobrar venganza y humillar a sus opositores; otros, como Sergio Salomón lo supo aprovechar para dejar obra y tranquilizar las aguas. Entregar buenos resultados e irse posteriormente a un puesto a nivel federal.
Después de todo, cada uno trabaja según como quiera que lo recuerden en la Wikipedia.
Cuando se acaba el poder, cuando regresan a ser simples mortales, es cuando pueden caminar tranquilamente por las calles de Puebla. Un buen gobernante trabaja para poder respirar tranquilo sin miedo a las mentadas de madre y los reclamos sociales.