Esta sin duda debe de ser una reflexión obligada para todos los poblanos, quienes experimentamos un “cambio” de partido en el poder, tras la muerte de la gobernadora panista, Martha Erika Alonso, a los 10 días de haber tomado posesión de su cargo.
Puebla experimentó 70 años de gobiernos emanados del PRI, con sus diferentes siglas, PNR, PMR y el tricolor.
De la misma forma, la entidad experimentó a partir de 2010, la transición, un supuesto “cambio” de gobierno tras el triunfo de Rafael Moreno Valle en las urnas, el 4 de julio de 2010 y el arranque de su administración el 1 de febrero de 2011, como se estilaba hace 13 años.
La era morenovallista duró dos periodos, los seis años de Moreno Valle, más un año y ocho meses de Tony Gali, pero se cortó de manera abrupta el 24 de diciembre de 2018, cuando el helicóptero en el que viajaba la gobernadora Martha Erika, junto con su esposo, el senador Moreno Valle, se desplomó en terrenos localizados en la zona de Cuautlancingo, a los pocos minutos de haber emprendido el vuelo de la casa del hoy alcalde José Chedraui.
Luego de un interinato, el estado experimentó de nueva cuenta la alternancia, ahora en manos de Morena, el 2 de junio de 2019, Miguel Barbosa, ganó para este partido la gubernatura de Puebla, comenzando su administración el 1 de agosto de ese mismo año.
Barbosa había prometido la reconciliación de Puebla, luego de una muy dura batalla electoral en 2018, sin embargo, lo primero que hizo, fue comenzar a gobernar con mano de hierro, imponiendo un estilo que generó miedo, tras la detención el 1 de noviembre de ese año, de Felipe Patjane, quien era el alcalde en funciones de Tehuacán y ahijado político del entonces mandatario. Patjane estaba a punto de contraer nupcias y hasta la fecha, se encuentra en prisión.
Unos días antes, el 28 de octubre de ese mismo año, Mauricio García León, quien fuera director de notarías en Puebla, murió intempestivamente, las notas periodísticas dicen que se “suicido”, dándose un disparo en el abdomen con una pistola calibre 45. Inédito.
En julio del 2020, en plena pandemia, fue detenido quien fuera el oficial mayor de la SEP, Oscar Chapa Palomeque, a quien se acusó de ser el responsable de una sobre costo de 30 millones de pesos en la adquisición de uniformes escolares, adquiridos durante el interinato. El 3 de mayo del 2021, Oscar murió en prisión, en donde se dice fue asesinado.
En total, durante los 3 años y 4 meses que duró su administración, fueron detenidos, según documentó el portal, Ambas Manos, 32 personajes vinculados al mundo de la política o la función pública, entre presidentes municipales en funciones, ex ediles e integrantes de su administración y de pasadas gestiones, siendo una de las figuras principales, Eukid Castañón, quien fuera el principal operador electoral del ya para ese entonces extinto, Rafael Moreno Valle Rosas.
Se dice también que fueron más de 180 expedientes los abiertos por la Fiscalía general del estado en ese periodo.
Uno de los momentos más “ríspidos” durante esa administración fue la confrontación abierta entre el fallecido mandatario y el ex rector de la máxima casa de estudios en el estado, Alfonso Esparza Ortiz, lo que provocó una gran inestabilidad al interior de la BUAP, algo que no se veía desde hace muchos años.
De lo poco destacado durante este periodo, fue el manejo de la pandemia, con una serie de medidas que difirieron incluso de las impuestas a nivel nacional y que salvaron cientos o quizá miles de vidas en Puebla.
Tras la muerte de Barbosa, arribó al poder, también bajo las siglas de Morena, el gobernador sustituto Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien se esforzó por reconstruir las relaciones entre el gobierno y la sociedad poblana, que estaban prácticamente rotas bajo la administración de Barbosa.
Sin embargo, democráticamente Puebla retrocedió, en el tiempo, tanto con el morenovallismo, como con los gobiernos de Barbosa y Salomón, quienes se erigieron como jefes de partido, utilizando todo el aparato gubernamental para favorecer a Morena, a través de marchas y mítines a favor de la actual presidenta Claudia Sheinbaum.
Sergio Salomón, desplazó a la clase política que Barbosa había tratado de crear, para volver a colocar al morenovallismo en los principales puestos de su administración, nombró a Mercedes Aguilar quien había sido secretaria particular de Moreno Valle en el mismo puesto, su comadre, Patricia Leal fue la verdadera Secretaría de Administración del gobierno, Leal a través de Eugenio Mora y de Ana Silvia Santillana, se encargó de todas las compras y adquisiciones de esta gestión.
Hizo creer a Julio Huerta que era su “gallo” para la sucesión gubernamental y terminó pactando con Alejandro Armenta para cerrarle el camino a Nacho Mier, con quien nunca pudo entenderse.
Hizo a un lado al resto de los aspirantes de Morena a la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, para imponer como candidato a su amigo, José Chedraui Budib, a quien conoció cuando fue por primera vez diputado local, en esa ocasión por el PRI, partido político en el cual ambos militaban en ese entonces.
Su administración también se caracterizó por un deterioro en la seguridad, Puebla es segundo lugar en tomas clandestinas de huachigaseo, principalmente en la zona de Tepeaca, de donde es originario el aun mandatario, también en robos a transporte de carga y en asaltos en carreteras, así como en linchamientos, solo por mencionar algunos rubros.
Concluyó esta columna con la pregunta con la cual inicie esta entrega. ¿Qué nos han dejado hasta ahora los gobiernos emanados de Morena?
Ojalá la nueva administración que encabezará otro morenista, Alejandro Armenta, signifique un cambio, una nueva forma de hacer gobierno.
Ilustración: Alejandro Medina