Una herencia maldita para Armenta

El tema de la inseguridad en Puebla debe ser ya tomado con seriedad por las autoridades, porque la situación ha crecido de tal forma, que, sin duda, debe ser el problema número uno por atender de parte de la próxima administración.

Los hechos ocurridos en el casino Big Bola de Lomas de Angelópolis y el levantón del joven Ricardo Meneses, en la Esteban de Antuñano, dejan en claro el nivel de violencia que ya se vive en Puebla ante la indiferencia de las autoridades y de los propios ciudadanos, quienes ya nos acostumbramos en vivir de esta forma.

Basta con señalar que los ejecutados pertenecían al crimen organizado, para que nadie se conmueva ante estos hechos y las autoridades solo le den carpetazo al asunto y todos a seguir con nuestras vidas. La gran pregunta es ¿Tenemos que esperar hasta que la violencia y delincuencia nos alcance a alguno de nosotros para que alcemos la voz?

El nivel de descomposición en Puebla se aceleró durante los últimos seis años, durante este “sexenio maldito” y sin duda debe de ser la principal preocupación por parte de la nueva administración que va a encabezar Alejandro Armenta Mier.

Durante mucho tiempo los poblanos nos acostumbramos a ver como este tema de las ejecuciones y de los levantones, se llevaban a cabo en otros estados del país, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Veracruz, Morelos, pero no en Puebla. Los que vivimos en esta entidad, nos jactábamos de que en Puebla se vivía en paz y si acaso, decíamos, aquí viven los capos y sus familias.

Algo que aceleró el proceso de descomposición en materia de seguridad en Puebla y el gobierno lo sabe, fue la decisión del entonces gobernador, Miguel Barbosa, de importar a los “chiapanecos” de la mano del entonces titular del área, Raciel López, Salazar, quien ahora se desempeña como Fiscal en el estado de Quintana Roo, una aberración que solo puede ocurrir en nuestro México.

Con López Salazar, la delincuencia se desató en Puebla, pero, lo peor se toleró la llegada del cártel de Jalisco la Nueva Generación a la entidad y esto ha tenido consecuencias funestas para Puebla, como ya se ha visto.

Ojalá la próxima administración que encabezará Armenta, tome en serio este asunto y designe de la mano del secretario de Seguridad a nivel nacional, Omar García Harfuch, a un verdadero profesional del área, alguien que sea conocedor, pero que también sea oriundo de la entidad.

En Puebla se ha perdido un tiempo muy valioso en materia de seguridad, basta recordar el vergonzoso pasaje del cadáver del niño Tadeo, el cual fue introducido en el penal de San Miguel, para darnos cuenta del tamaño de descomposición y de corrupción que impera en las fuerzas de seguridad poblanas.

Ya veremos cuál es la propuesta de la nueva administración en materia de seguridad y quien es el personaje que va a ser el encargado de desdoblar la estrategia en Puebla, del gobierno federal en la entidad, de acuerdo a lo que platicaron Harfuch y Armenta hace unos días.

Humberto Rivera, se dice, es la carta para Puebla capital. Mientras a nivel estatal, aún se desconoce quién será el que encabece la secretaría de Seguridad Pública, a nivel municipal se dice que el grupo de intereses políticos y económicos que se apresta a gobernar a partir del 15 de octubre, ya tiene su carta.

Dicen que la propuesta que el futuro alcalde le va a presentar al gobernador Armenta es, el actual subsecretario de seguridad, Humberto Rivera García, quien también se desempeñó como secretario de seguridad en el vecino municipio de San Andrés Cholula, antes de ser incorporado al ámbito estatal el año pasado.

Reitero, se dice que este personaje es la carta para hacerse del mando de seguridad en Puebla capital; pero, falta ver qué es lo que dice el gobernador electo, Alejandro Armenta.

Gana Loranca. Ayer trascendió que después de un largo litigio, el abogado, Carlos Loranca, quien en febrero de 2021 había sido inhabilitado por 15 años en el desempeño de sus funciones como magistrado, por parte de la Judicatura Federal, ganó su proceso, por lo que deberá de ser restituido en su cargo.

El magistrado Carlos Loranca, el pasado mes de marzo, en entrevista para el periodista Rodolfo Ruiz, responsabilizó de manera directa al ex ministro de la corte, Arturo Zaldívar de inventar pruebas, falsificar documentos y usar testigos falsos en su contra para obtener su inhabilitación.

La restauración de Loranca en su cargo cobra relevancia cobra notoriedad, si se toma en cuenta que el ex ministro Zaldívar es uno de los asesores de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, en el tema de la reforma al poder judicial, al cual acusa de corrupción.

Sin duda, Zaldívar es un verdadero “pájaro de cuentas” a su debido tiempo las deberá de pagar.

Enhorabuena para el magistrado Carlos Loranca, finalmente se le hizo justicia.

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