Reconocen a 176 diplomados; la UpA se extenderá al Edificio Carolino
La Universidad para Adultos (UpA) de la BUAP se ha convertido en un espacio de transformación, para compartir vivencias y experiencias. “Es una oportunidad para seguir aprendiendo y es el sitio para estar en contacto con personas de diferentes edades”, aseguró la rectora María Lilia Cedillo Ramírez, al entregar 176 reconocimientos a integrantes de la primera y segunda generación de esta dependencia.
Tras mencionar que este proyecto fue concebido para mayores de 25 años que desean retomar sus estudios, la doctora Cedillo agradeció a los asistentes su confianza en la universidad: “Para nosotros como institución es fundamental pensar en todos los grupos de edad, desde los jóvenes hasta personas mayores que quieren volver al aula para tomar un curso presencial, virtual o híbrido. Gracias por aceptar los retos y estar dispuestos a salir adelante, lo cual es digno de admirar”.
Al dar cuenta de su consolidación, ya que actualmente la UpA alberga a más de mil estudiantes, la rectora anunció que el Edificio Carolino será una extensión de esta universidad para ofertar nuevas licenciaturas.
En la Unidad de Seminarios de Ciudad Universitaria, José Jaime Vázquez López, vicerrector de Docencia, destacó que la UpA inició por el esfuerzo de muchas personas para ofrecer a los adultos mayores la posibilidad de continuar con sus estudios. “Una oportunidad para desplegar sus inquietudes y talento, a la par de compartir sus experiencias”.
El vicerrector recordó que en 2016 la población de 60 años y más en México era del 11 por ciento del total. “Ahora representan el 14 por ciento y se espera que para el 2050 sea más del 20 por ciento; es decir, uno de cada cinco mexicanos en los siguientes años tendrá más de 50 años. Este cambio plantea la necesidad de brindar opciones para la población de mayor edad en el país”, puntualizó.
Vázquez López expuso que este cambio implica desafíos específicos para la educación, incluyendo la educación continua. “A medida que se incrementa la esperanza de vida, las universidades deben ofrecer herramientas y talleres que fomenten el intercambio de experiencias entre las personas. Además, la educación superior necesita un entorno que fomente la participación de los adultos mayores, y que la experiencia de vida de cada individuo se convierta en una contribución”.
Por su parte, Miguel Ángel Cuenya Mateos, coordinador de la UpA, dio cuenta de su desarrollo. “Desde sus orígenes han pasado por sus aulas casi 14 mil adultos que crecieron en un proyecto que se originó en 2016 como programa denominado “50 y más” y se transformó en 2021 en la Universidad para Adultos. Así surgieron talleres de danza, cocina, tai chi, yoga, computación, celular, inglés, francés, actividades artísticas y diversos cursos académicos”.
Hace dos años y medio se abrieron programas de educación superior: las licenciaturas en Humanidades, Gestión de la Información e Innovación Emprendedora, las cuales albergan 240 alumnos.
A nombre de los diplomados, Martha Velázquez Martínez expresó su satisfacción por encontrar un lugar para aprender, descubrir nuevas facetas, familiarizarse con la tecnología y convivir con algunos más jóvenes. “En la UpA no sólo adquirimos saberes sobre cultura, arte, salud y calidad de vida, también compartimos conocimientos y momentos agradables. Encontramos un espacio de compañerismo y alegría. Puedo decir que la UpA se ha convertido en una extensión de nuestros hogares. Me siento orgullosa de ser parte de esta generación y de la BUAP”.