Alma Méndez
Autoridades y estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) llevaron a cabo una mesa de diálogo con el objetivo de alcanzar acuerdos que permitan la reactivación de actividades esenciales dentro de la institución.
Como resultado de este encuentro, se estableció la realización de 11 mesas simultáneas para abordar y solucionar las demandas estudiantiles.
La Comisión Institucional busca restablecer el acceso a áreas fundamentales como el mantenimiento del Sistema de Transporte Universitario (STU) y la Dirección de Administración Escolar (DAE), las cuales han sido afectadas por el paro estudiantil.
Jaime Vázquez López, vicerrector de Docencia, destacó la urgencia de atender estos temas, especialmente en lo referente al mantenimiento de los 70 autobuses del STU, que requieren reparaciones urgentes, en particular en su sistema eléctrico. Asimismo, señaló la importancia de permitir el acceso a la DAE y al área de Tecnologías de la Información para garantizar el correcto desarrollo del proceso de admisión.
Uno de los principales puntos de discusión fue la convocatoria de ingreso a la BUAP, cuya publicación estaba programada para el 28 de febrero y que aún no ha sido emitida debido al paro.
Vázquez López advirtió que, de no reanudarse el proceso en los próximos días, la admisión de nuevos estudiantes podría verse afectada, lo que tendría repercusiones en la programación académica y en la estabilidad laboral del personal docente.
Por su parte, Sergio Díaz, representante de la Comisión de Diálogo, hizo un llamado a la comunidad universitaria para alcanzar un consenso que permita la publicación de la convocatoria antes del 31 de marzo.
Señaló que la falta de un acuerdo podría afectar a los docentes, ya que muchos de ellos podrían quedarse sin carga académica. “Estamos trabajando para llegar a un acuerdo con los estudiantes y lograr que se emita la convocatoria. Es fundamental que todos los involucrados sean receptivos y se priorice el bien común”, subrayó.
Francisco Tenorio, contralor de la BUAP, alertó sobre las implicaciones económicas de no contar con una convocatoria de admisión, ya que una reducción en la matrícula de aproximadamente 30 mil estudiantes podría impactar el subsidio público que recibe la universidad. Explicó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) evalúa a las instituciones en función del número de estudiantes inscritos, lo que podría derivar en una menor asignación de recursos.
En cuanto al movimiento estudiantil, sus voceros reiteraron que las decisiones se toman de manera colectiva y horizontal, por lo que su función es transmitir las propuestas a la comunidad universitaria para su discusión en asamblea. Se comprometieron a dar una pronta respuesta a las peticiones de las autoridades. Algunos estudiantes señalaron que el paro busca garantizar mejoras para las futuras generaciones y que su exigencia es por una educación de calidad. No obstante, también se reportó una división dentro del movimiento, ya que no todos los participantes han tenido oportunidad de expresar su opinión en las asambleas.
Finalmente, algunos alumnos apoyan la continuidad del paro, mientras que otros consideran que la votación sobre su permanencia debería realizarse después de la mesa de trabajo con la Comisión Institucional de Diálogo.