Todos los seres humanos hoy tenemos la necesidad de obtener perdón y tener una segunda oportunidad, lo cual proviene de diversos factores psicológicos, filosóficos y sociales. Desde las primeras sociedades se han desarrollado mecanismos que permitían la redención y la reinserción de las personas, reconociendo que los errores forman parte de la naturaleza humana.
En diversas tradiciones filosóficas y religiosas el perdón es un principio fundamental ya sea para reconciliarnos con Dios, o para poder soltar lo pasado y seguir avanzando espiritualmente. Desde el ámbito psicológico las personas necesitamos segundas oportunidades para crecer y evolucionar, pues el remordimiento y las culpas son emociones que paralizan el actuar del ser humano, y eso otra vez del perdón que se da la posibilidad de la reconstrucción de la identidad y la autoestima. Por ello la resiliencia y la capacidad que se tiene de aprender de los errores, se trata de características esenciales del desarrollo humano.
En el nivel legal existe la justicia restaurativa, pues el derecho penal contempla la reinserción como un objetivo clave, pues no se enfoca únicamente en el castigo; ante ello el derecho al olvido surge como una extensión de esa necesidad de una segunda oportunidad, y si los errores del pasado pueden permanecer de manera permanente en el mundo digital como lo es el internet, se puede afectar la vida personal y profesional de las personas, ya que siempre estarán presentes.
El derecho al olvido en esta era digital se considera como un derecho emergente, ya que surge como respuesta a los desafíos que plantea el almacenamiento masivo de la información en internet, cobrando relevancia en los últimos años debido a esta transformación tecnológica y el impacto que tiene la misma en la vida privada de las personas, pues antes de la era del internet la información tenía una vida útil, que se encontraba limitada y eventualmente desaparecía de los registros públicos o su acceso era muy difícil, pero ahora con la digitalización de cualquier dato este puede permanecer en línea de manera indefinida, pudiendo afectar reputaciones y oportunidades de las personas.
El derecho al olvido debe formar parte de los derechos fundamentales reconocidos en la constitución o tratados internacionales, pues se trata de una evolución al derecho a la privacidad y protección de datos, y por ello se debe dar la posibilidad a las personas de poder solicitar la eliminación de datos personales en buscadores o redes sociales. Este derecho al olvido ya ha empezado a ser reconocido hoy en diferentes partes del mundo como lo es en la unión europea, desafortunadamente en nuestro país todavía no se han dado Los debates necesarios para que los legisladores incluyan el reconocimiento de este derecho emergente, y se vea reflejado en el cuerpo normativo que rige la vida en México.
- Erika Elizabeth Ramm González
Docente de la Escuela de Derecho de la Universidad Anáhuac Puebla.