Alma Méndez
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El Consejo Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) aprobó por unanimidad posponer la consulta pública sobre el regreso a clases presenciales, propuesta por la rectora Lilia Cedillo. La medida fue tomada en una sesión extraordinaria, donde también se ratificaron las comisiones estatutarias de la Comisión Institucional del Diálogo.
Durante su intervención, la rectora Lilia Cedillo destacó que el movimiento estudiantil actual ha sido un espacio de reflexión sobre lo que se ha hecho bien en la comunidad universitaria, tanto por académicos, docentes y alumnos, como por la administración rectoral. Por ello, Cedillo pidió a los estudiantes confiar en las mesas de trabajo, que han logrado avances significativos en negociaciones con diferentes facultades, como Medicina, Contaduría y Estomatología.
En cuanto al debate sobre la consulta universitaria para determinar si se regresará o no a las clases presenciales, la rectora decidió posponer la consulta hasta que se agoten los diálogos con los estudiantes.
“Como rectora, me corresponde escuchar todas las voces. Es mi obligación escuchar tanto a los jóvenes que están al frente del movimiento participando en el paro como a aquellos que están en modalidad virtual y no pueden expresarse,” acotó.
En la misma sesión, el Consejo Universitario aprobó la creación de mesas de diálogo en distintas unidades académicas para atender las preocupaciones del estudiantado. Además, se ratificó, por mayoría de votos, la comisión de legislación universitaria.
Por otro lado, la consejera de la Facultad de Derecho, Luz Edith Salgado, acusó que fue cateada al ingresar a la asamblea estudiantil del pasado martes en el Centro Universitario (CU), donde se desarrolló un ambiente tenso, calificado por ella como “militar”. Salgado afirmó que quienes mantienen el paro no son estudiantes, y dejó claro que no regresará a este tipo de asambleas.
“Nos catearon, me tocaron buscando qué llevaba, cuando soy universitaria. Nos hicieron dos filas y, una vez dentro, nos rodearon con cuerdas como si fuéramos animales. Nos dieron órdenes con voz de mando, en un ambiente intimidante, y nos pidieron no hablar,” relató Salgado, quien además expresó haber sentido que sus derechos fueron violentados. También señaló que, durante su trayecto hacia la explanada, experimentó miedo a la intimidación y el ambiente organizado por parte de los estudiantes.
