A dos días de la elección es urgente un replanteamiento, pues la carga del pasado de la dupla Riestra y Huerta, fórmula que busca la diferencia estatal del partido, tiene por delante muchos negativos que cargar, de ahí que la segunda quincena de diciembre se interpondrá Felipe Velázquez Gutiérrez.
«El pasado de la dupla Riestra y Huerta tiene por delante muchos negativos que cargar, ¿será suficiente su show mediático? La segunda quincena de diciembre lo sabremos, los que saben dicen que a Jorge Romero no le cumplió más que a Eduardo Rivera cuando ganó Puebla», expusieron.
De acuerdo con los militantes panistas, la dinámica interna del equipo de Mario Riestra revela un liderazgo fragmentado, donde las tensiones entre figuras clave complican el futuro de su campaña.
Comentaron que la constante reestructuración del organigrama y la duplicación de roles y compromisos, generan desconfianza y descontento, poniendo en jaque la unidad del equipo.
Pero si eso fuera poco, dijeron que las ambiciones de Jorge Aguilar Chedraui, «heredero legítimo» del morenovallismo plantean interrogantes sobre la verdadera autonomía que tendría Riestra-Huerta al favorecer a los consejeros a este equipo.
Y como cereza en pastel la operación en Eduardo Alcántara en la colocación de fake news y ostigamiento a consejeros, plantea un mounstro de 4 cabezas muy difícil de tratar.
Coincidieron que la apuesta de Lalo Rivera por una estrategia nacional, podría explicar que Felipe Velazquez tuviera el visto bueno para la construcción de una planilla incluyente, mientras se fortalecen sus aliados en el ámbito nacional.
«Hay quienes dicen que varios de los Riveristas ya suenan para carteras en el CEN del PAN, como en su tiempo lo hizo Moreno Valle, y lejos de pensar entregar el partido estatal, más apunta a la consolidación de su liderazgo nacional», sentenciaron.
